Llovía. Y no paraba. Marcos, un poco más tranquilo, empezó a manejar camino a la casa de Caro, la amiga de Lau, para que nos diera una mano.
Los pozos de las calles y las esquinas eran bastante notorios y entre la tormenta, algunos eran difíciles de esquivar. Tal fue así que en una esquina..
¡¡Pjjjjqrrchhh!!'La puta madre, ¿qué carajo pasó ahora?' - Marcos no podía más con la mala suerte.
'No sé, pero me re asusté, ¿por qué no bajás y te fijás gordo?' - no entendíamos nada, pero el sacudón se hizo sentir.
'Dame el paragüas, a ver.. encima llueve a baldes' - No pudo dejar su rol de macho protector.
'¿Y? ¿Le pasó algo más al auto? ¡Julito se va a pagar las vacaciones con nosotros dos eh!' - le grité desde adentro.
'
¿A que no sabés qué pasó?' - no se rió de mi chiste, es más, estaba preocupado.
'No me digas que..''¿Pinchamos? Sí, pinchamos' - pude notar la hinchazón de la vena.
En eso me entra un mensaje de Lau:
"Ya hablé con Caro. No tiene problema, pero apurate que tiene trámites que hacer. Los espera en 5 minutos."Le leí el mensaje a Marcos y él me dijo:
'Ya fue, yo me quedo cambiando la goma acá, creo que tengo una de repuesto en el baúl. Vos mientras andá, no sea cosa que se vaya. Total estás a 3 cuadras. En esta doblás y hacés 2 más derecho. Yo termino y voy, ¿dale amor?' - Marcos, un tierno.
'¿¿¿Algo más que nos pase a nosotros hoy???' - y me bajé corriendo.
Cuando llegué a la esquina me dí vuelta rápido y lo ví todo mojado, con los pelos en la cara, pegados a la piel, haciendo fuerza y renegando con el auto. Después de todo lo que nos había pasado en el día tenía la entereza de seguir para adelante. Yo me morí del amor.
Salteando la parte en que un colectivo pasó rapidísimo y me salpicó toda, yo llegué y toqué timbre. Y alguien abrió la puerta del otro lado.