miércoles, 20 de abril de 2011

NN masculino

No sé si habré sonado muy sacada, o realista, pero por unos días Carolina no molestó más. Era tanta la paz de los días siguientes que ya hasta nos parecía extraño.

Sin embargo, a las dos semanas empecé a recibir unos anónimos a la oficina, a mi casa, al celu.. Al principio eran tranquilos, yo supuse que era para otra persona y no le dí bolilla. Pero cada vez eran más y más. Y tuve miedo, no voy a negarlo.

'Princesita, me enteré de la noticia, ¡felicitaciones!' fue el primero. 10 y media de la mañana y que vengan con una cartita así y las flores, me sorprendió. Marcos no podía ser, era ilógico. Mi viejo ya lo sabía así que a él también había que descartarlo. Sin dudas se trataba de un NN masculino, por el princesita. ¿Quién podía ser? ¿Algún tío? ¿Un vecino? Mis compañeros de trabajo ya sabían todos y no creo que ninguno se ponga a gastar en flores. ¿Un admirador secreto? Yo ya me sentía una diosa, pensando que alguien moría por mí a pesar de mis kilos de más y mi estilo que cada vez lo iba dejando atrás para pasar a lo cómodo. Como toda mujer, me puse a examinar palabra por palabra, mensajes ocultos, caligrafía, gramática, ortografía, todo. Estaba super intrigada. Descarté al instante lo del admirador, porque supuse que no iba a querer una amante embarazada.

Después de un rato volví a lo mío, dejé la carta a un lado y me consolé pensando que se había equivocado el pibe de los mandados y seguí. Pero al otro día me llega un mensaje diciendo: '¿Y? ¿Te gustaron las flores? ¡En unos días voy para allá!'.
Ahí me empecé a preocupar. Que sepa donde trabajo y mi número de teléfono ya era demasiado. A Marcos no le quise contar nada, para denuncia me parecía mucho. Laura no me tiraba una idea coherente y ella misma se enganchó con la historia del misterioso NN masculino.

El día que por abajo de la puerta me llegó la carta que decía: 'Te vas a sorprender: mañana a las 4 voy a tu casa. Esperame eh' con la fecha del día anterior me resigné del suspenso-intriga-miedo y le conté todo a Marcos. Eran las 2 de la tarde. Mi NN masculino estaba por llegar en dos horas.

sábado, 9 de abril de 2011

Me casé con una barrabrava patotera

Era el colmo. ¿Después que te salvó seguís jodiendo? - pensé. Esta mina es turra buscona, seguro que se pensó cualquiera y ahora le va a romper las pelotas todos los días.. Já! Pobrecita, ¿se piensa que no voy a reaccionar? Que no me subestime porque estar embarazada no me ata de manos, así que si le tengo que sacar algunos pelos no voy a tener drama.

Marcos me miró, tenso, como pidiendo disculpas de antemano. Yo lo miré y con la mirada le dije todo. Atendió igual, con miedo a que le tire un plato por la cabeza.
'No, está bien' (...) 'Tranquila, de nada' (...) 'Si, si' (...) 'No, claro' (...) 'Está bien, bueno, dale, ARREGLAMOS, chau, chau..'

Parada, de brazos cruzados y golpeando la chancleta con el piso. Él, teléfono en mano, cara de nada, nervioso.
'¿ARREGLAMOS le dijiste? ¿Arreglamos?'
'No sabés, está re pesada, no paró de agradecerme, dice que le salvé la vida, qué sé yo, me cree Superman, ni idea.'
'Sisi, Batman, pero no me respondés lo de arreglamos..'
'Ah, eso. Nada, dice que me quiere invitar un café para agradecerme, pero no le voy a dar ni bola, que se quede sentada esperando, je, em.. mhmm.. je.'

Sin pensarlo agarré el celular y la llamé:
'Escuchame boluda, si querés agradecerle, dejate de romper las pelotas y no llamés más, ok? Porque él te ayudó pero nada más, está conmigo, si? No pienses cualquiera, pedazo de trolita. Porque si no te acordás, nos casamos, estamos viviendo juntos y aparte, así como un detalle nomás, estoy embarazada. Así que más vale que no aparezcas más porque la próxima no va a haber una llamada. No te olvides que sé dónde te puedo encontrar. ¡Chau!'

Marcos se quedó con la boca abierta y los ojos abiertos: 'Bueeeeeeena. No te tenía así eh. Mirá, me casé con una barrabrava patotera'.