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miércoles, 29 de agosto de 2012

Poné los fideos que estamos todos.

Laura me contó que nunca la escuchó hablar de los padres ni de ningún familiar. Cuando le conté todo lo que había pasado no le sorprendió en absoluto y dijo que siempre le había parecido algo rara en sus actitudes, más aun al principio, cuando la conoció. De todas formas no dejó de decirme que si quería ella hablaba con los padres o haría cualquier cosa que yo necesitara. Le agradecí pero prefería hacerlo yo misma, creía que era la que lo tenía que hacer. Me propuso estar conmigo cuando haga la llamada, así que se vino a casa esa tarde.

A Marcos prefería contarle cuando ya haya hablado, así le decía todo lo que había pasado de un tirón. Mientras tanto, estaba nerviosa. Y no sabía por qué. Después de todo, el problema no era mío ni la que estaba loca de remate era yo. Pero frente a todo esto, pude ponerme por un minuto en los zapatos de Carolina y la entendí un poquitito. Me dí cuenta de que realmente estaba sola y que empezar de cero así era difícil para cualquiera. Sin embargo también reconocí que no era motivo para actuar como lo hizo y teniendo en cuenta el odio que sentía por mi, era un peligro que haya estado la posibilidad de que atienda mi embarazo. También era cierto que no era la única que se había venido de otra ciudad decidida a apostar en su futuro sin la compañía ni el consentimiento de nadie, y no todas reaccionaban de la misma manera. No sé, no quería darle más vueltas al asunto, así que apenas entró Lau a casa agarré el teléfono y marqué.

- 'Hola, ¿Lidia? Si, ¿qué tal? Te habla Sara, una conocida de tu hija, Carolina. Te llamo por un tema muy importante.'
Y así le conté todo lo que había pasado desde el primer día. Ella se largó a llorar, me pidió perdón cientas de veces y se hizo absolutamente cargo del estado de su hija, alegando que los únicos responsables eran ellos, que nunca habían creído en sus deseos y que, debido a la situación que tenían, era muy complicado que pudieran haber priorizado el futuro de Carolina, hecho del cual también se arrepentían profundamente.

A mí me conmovió todo su relato y entendí un poco más la raíz del problema. No sabía cómo encarar la charla para llevarla para el lado de que se viniera y se haga cargo o hablen con ella y le cuenten el cambio de postura sobre la decisión de ella de venirse acá y bancarse sola una carrera... Pero me ahorró el problema Lidia, diciendo:

- 'Con mi marido vamos a arreglar unos asuntos acá para organizar todo y poder ir para allá, así podemos verla y hablar con Carolinita. Yo le agradezco profundamente que me haya avisado y le vuelvo a pedir perdón por todo lo que mi hija le hizo. Ahora, si no es mucho pedirle, la reunión familiar, ¿podríamos tenerla en su casa? Me parece así armamos una gran charla donde podamos hablar de todo y de todos. Además tengo miedo de saber cómo puede llegar a reaccionar Carito, entonces preferiría estar acompañada en el momento en que se dé todo. ¿Usted qué opina?'

lunes, 13 de agosto de 2012

Alguien tiene que ceder.

No sé si mi vieja me estaba haciendo una joda, le habían cambiado la pastilla o había pirado, pero la cuestión es que eso era lo que ella pensaba. Cuando se fue no me quedé para nada contenta ni conforme con la charla que habíamos tenido entonces decidí hablar con alguien que esté de mi lado y me siguiera con el bardeo.

- 'Marito, en 5 minutos en casa. Hay crisis. Venite que yo pongo las masitas para el té.'

No hicieron falta más de 4 minutos y medio que ya me estaba tocando el portero.

- 'Tengo las orejas listas. Atacá.'
Y le conté todo. Desde el principio hasta la charla de recién con mi mamá. Nos hicieron falta más de medio kilo de masitas secas y una jarra y media de té. Cuando terminé me lo encontré con su camisa impecable lleno de miguitas, de piernas cruzadas sosteniendo el té y los anteojos más top del momento sobre su nariz.
- 'Al final es una loca mala peor que las que me cruzo yo. Yo te entiendo perfectamente a vos, mi amor. ¿Y tu vieja? ¡Cualquiera! En lugar de ponerse de tu lado, la defiende a ella sabiendo todas las cosas que te pasaron. Pero no me parece que le digas a Marcos que hable con la familia y hacerte cargo de sus problemas. ¿Acaso ella lo haría por vos? Mira Saru, hay cada una en la que yo no confío nada y esa mina nunca me terminó de cerrar. Pero, ¿por qué no hablás con Lau que es o era amiga de la turra? Ella la debe conocer más que todos nosotros. Bueno, que Marcos no, pero..'
- '¡Ay Mario, qué guacho! No me hagas acordar que Marcos estuvo con ella porque me da a pensar que debemos tener algo parecido para que él nos elija a las dos.'
- 'Sara, mirate lo que sos y decime qué tenés de parecido a ella. Mirate lo que sos, mirate. Vení, vamos al espejo. Una diosa del olimpo, madre, con un excelente trabajo, independiente, mirá esa cara y ese pelo. ¡Hace poco pariste, nena! ¿Quién se recupera así de rápido de una situación como esa? Hasta yo te doy, mamita, con eso te digo todo. Dale nena, dejate de joder. Tenés que tener seguridad en vos misma, ¡dejate de joder!'

Esas cosas me hacía falta escuchar. Mario tiene eso que dice lo justo en el momento justo y sin que yo se lo pida. Tiene un gran poder de percepción y es un gran tipo. Después de llenarme de elogios dejamos de hablar de lo mío y le dije que me ponga al día con sus andanzas y ese mundo de glamour que ya había dejado atrás. Mario seguía en las pistas, conociendo mejores chongos que los que yo pude cruzarme alguna vez y yendo al shopping todos los sábados, sin dejar de lado el té con sus amigos y amigas. Me contó cada detalle del buen sexo casual que tiene, de lo último en decoración y me tiró algunos tips para el invierno. Ese mundo del que alguna vez formé parte sigue siendo tan genial como cuando me entregué al formalismo y la relación seria.

Después de unas horas que estuvo con los nenes y rogándome ser padrino de alguno de los dos se fue dejándome un aroma de perfume exportado en todo el departamento que Marcos reconoció al instante cuando llegó del trabajo.

- 'Gorda, estuve pensando en todo lo que pasó. ¿No te parece que deberíamos hablarle a los padres de Carolina y ponerlos al tanto de todo? No sé, me parece, ¿qué opinás vos?'

Volvía el fantasma de Carolina a invadir mi ambiente y encima mi marido opinaba lo mismo que mi vieja. ¿Estaré siendo muy hija de puta? ¿Es inseguridad o querer proteger lo propio? ¿Al final la voy a tener que ayudar? ¿O Marcos tenía segundas intenciones y me estaba agarrando de boluda? No sabía qué pensar, pero la cara de orto que le puse a Marcos lo dijo todo. No quería volver a pelearme por esta mina. Iba a tener que resolverlo de alguna manera, pero ya estaba podrida de todo esto.

- 'Si, tenés razón. Algo vamos a tener que hacer.'

martes, 10 de julio de 2012

Conversaciones con mamá

No sé cómo iba a seguir todo esto, pero por lo menos tenía la tranquilidad y seguridad de que mi marido no me cagaba. Ahora, ¿tan yeguas podemos ser las mujeres? ¿Tiene límites la locura femenina? ¡Somos capaces de cualquier cosa por retener a los hombres!

Marcos volvió al trabajo y yo a mi casa. Me quedé charlando un rato con mi vieja y le conté porqué y a dónde me había ido. No pareció sorprenderle nada de lo que le dije, porque cuando terminó de tomarse el mate me dijo: 'Y sí, pobrecita, yo la entiendo. No sé si hubiese actuado de la misma forma, pero vos ponete a pensar. Sola, sin contención familiar, en una ciudad nueva, joven, porque cuando vino era una nena, que se haya encontrado con Marcos, se aferró a lo único que tenía. Para colmo él es bueno, la ha tratado bien y todo, ¿qué lo va a querer dejar ir? Pero ella debe tener lo suyo, porque por algo se ha peleado con Marcos, ¿no sabés por qué fue?'
- 'No, ni idea, nunca hablamos de los ex's con él. Pero era ella la que me iba a atender el embarazo. ¿Qué me podía llegar a hacer? Imaginate si me daba alguna pastilla rara para tomar, ¿eh? ¡A esta mina hay que internarla! ¡Yegua!'
- 'Pará, tranquilizate, ya pasó. Lo que sí, decile a Marcos que la próxima vez te cuente todo lo que pase, porque hay que mantener el contacto, que no haga ninguna locura'
- 'No pienses que voy a sentir lástima por esta turra, porque no lo voy a hacer. ¿Qué querés que haga? ¿Que la llame todas las semanas para ver cómo anda? ¿Compartir a mi marido con ella así se queda tranquilita? ¡Pero dejame de joder! Lo único que me falta..'
- 'No, ya sé, ya sé.. Pero no sé, comuniquensé con su familia, cuentenlé lo que pasó y que se hagan cargo. Ellos tienen que saber todo lo que hizo. Esa chica no está bien, yo la entiendo, pero no está bien.'
- 'Ah, entonces agarro el teléfono, marco el número y digo "Hola, ¿con la mamá de Carolina? Ah mire, ¿cómo le va? No, la llamaba porque su hija se volvió loca, y me quiere robar a mi marido. Una boludez, ¿eh?, no se haga drama." ¿Cómo voy a hablar con su familia, mamá?'
- 'No bueno, por ahí vos no, pero que hable Marcos y les diga que vengan y la vean cómo está y eso'

Ok, mi mamá defiende a la ex de mi marido y me pide que le diga que hable con su ex-suegra para que se haga cargo de su ex-novia. No sé hasta qué punto me quiere y entiende tanto mi mamá...



P/D: Mil, mil, mil perdones por no subir por tanto tiempo y por decir que iba a hacerlo por twitter y no lo hice. Me surgió un trabajo imprevisto que tuve que armar en la semana y se me complicó todo, perdón. Les recuerdo que me pueden mandar mails, escribir en Formspring, dejarme comentarios y mandar un tweet para tener un poquito más de charla. Les mando muchos besos y sepan que son lo más y los quiero!

domingo, 27 de mayo de 2012

Piró Carolina.

'Ah justo. Dejá, yo le abro. Vos sentate ahí y andá pensando bien qué me vas a decir'. Cuando abrí la puerta y me vio Marcos se le transformó la cara. 'Pasá, querido, pasá. Y vos también andá pensando qué excusa meter'. 'Pará gorda, no entiendo nada, ¿qué pasó? Me hacés salir del trabajo, me decís que venga para acá, te encuentro así, alterada. ¿Y los nenes? ¿Dónde están los nenes?'
'¿Ahora te preocupás por los nenes? Mirá, están en casa, le dije a mamá que los cuidara un rato, que tenía que salir. Ahora decime, ¿cómo es el segundo nombre de esta perra?' - le dije señalando a la otra boluda que no sabía qué hacer ni qué decir y estaba sentada en el sillón, nerviosa y tensa.
'¿Eh? ¡Qué sé yo cómo es el segundo nombre de ella! Es más, me parece que ni tiene'. Me dejó muda, esa respuesta no era la que yo me esperaba. Pero mantuve firmeza y le pregunté a la otra. '¿Tenés segundo nombre, vos?'
Miraba para todos lados, tenía los ojos llorosos y no sabía qué decir. Era bastante yegua pero cuando tenía que tener ovarios se escondía como una nena atrás de la mamá. 'N..nn..no,no,no, no tengo segundo nombre.'

Ahora sí que estaba perdida. No sabía para qué lado disparar. Me senté porque no entendía nada. Marcos dejó sus cosas en una silla y me trajo un vaso de agua. 'Mi amor, ¿qué te pasa? ¿Por qué estamos acá? ¿Te sentís bien? Explicame porque no entiendo nada..' 
'Pará..pará. Fue así: yo estaba limpiando la casa, ordenando un poco y ¿viste que siempre dijimos de no chusmear las cosas del otro? Bueno, no lo hice, pero, osea, estaba limpiando y abrí tu mesita de luz para acomodar un poco y encontré una carta con un beso que decía que se había enterado del nacimiento de los nenes y que se alegraba de que a Sol le hayas puesto así porque era el segundo nombre de ella - dije señalando - y lo firmaba Carolina'.
'Ahhhh, ahora entiendo. Pero ¿qué hacías vos entre mis cosas? ¿Qué habíamos acordado? Igual tenés que saber que esa carta sí me la mandó ella pero que no le dí ni bolilla porque me había enterado de que había tenido unos problemitas psicológicos, se estaba haciendo tratar y estaba medicada, ¿no es verdad Carolina? Creo que nunca pudo aceptar que yo haya rehecho mi vida, me haya casado y haya formado una familia. Sigue pensando que estoy enamorado de ella o que tiene alguna oportunidad de recuperarme o que cada cosa que hago, lo hago por ella, como el nombre de Solcito. Pero ella misma te dijo que no tiene segundo nombre, ¿no ves que está re loca?'
No sabía qué decir. Me quedé pálida y callada, con los ojos abiertos y sin pestañear. Lo único que me salió hacer fue mirarla a ella a ver qué decía al respecto. Y estaba llorando. Lloraba tapándose con las manos, y se hamacaba en la silla. Pedía perdón todo el tiempo y se tiraba de los pelos.
Con Marcos saltamos de las sillas y la agarramos, la tranquilizamos y le dijimos que la cortara, que se iba a lastimar y que se quede quieta, que la entendíamos. Le pedí perdón por la situación y que nunca pensé que tenía esos problemas, sino que los hacía de yegua que era nomás. También le pedí perdón a Marcos y le dije que la teníamos que ayudar, que no podía seguir así, algún remedio le teníamos que encontrar. Le reproché por no habérmelo dicho antes y cómo no me había contado nada. Me dijo que no pensó que era tan grave y no cayó en la cuenta de que estaba sola, vivía sola y no contaba con el apoyo de su familia, ya que ella no era de ahí y se las había jugado todas por su sueño de ser médica. Tampoco entendía por qué la había guardado en la mesita de luz, pero que eso no venía al caso y que ahora la teníamos que ayudar, que qué podíamos hacer.


Ahora resultaba que estaba ayudando a la mina que me había jodido tanto. Resulta que mi marido es un pan de Dios, pero medio boludo por haber dejado que pasen tantas cosas. ¿Iba a ser un acompañante terapéutica de la ex de mi marido?




P/D: Al final ganó la tecnología y me hice la cuenta de twitter. Es @malatendidablog y la voy a usar para contarles algún chismecito diario, avisar cuándo voy a escribir una nueva entrada y charlar con ustedes un poco más. Al que guste, ya me puede seguir y obviamente yo los voy a seguir a ustedes. Así que dejenmé sus cuentas que los sigo y nos chusmeamos un poco.
Muchas gracias por el aguante y espero que esto siga por tiempo indeterminado. Son mis amigos virtuales y me da felicidad haberlos encontrado. Muchos besos para todos, los quiero.

sábado, 5 de mayo de 2012

Tres son multitud.


Me quedé corta con la cantidad de puteadas que le lancé. Estallaba en bronca, la quería matar. ¿Por qué seguía jodiéndonos? ¿Qué buscaba? ¿No le habían quedado claras las cosas ya? Una desubicada emocional esta mina; ¿justo al otro día del nacimiento iba a mandar eso? Aparte Marcos nunca me había hablado de esta carta. Y además, ¿por qué la había guardado? ¿Se seguían viendo o escribiendo? ¿No la había frenado a seguir actuando así? ¿Me estaría cagando con esta hija de puta?
Tenía un montón de preguntas, pero nadie me las podía contestar. Salvo ella y él. Me daba asco pensar que se podían seguir viendo o manteniendo el contacto, o, peor aún, que me cague con ella. Tenía que resolver todo esto ya, de una vez y eliminar el problema de raíz.
Lo llamé a Marcos y le dije: ‘En media hora te espero en lo de Carolina. Sí, en lo de Carolina, y en media hora, pedazo de forro’. Y le corté. Me volvió a llamar pero no le atendí. Le pedí a mamá que venga al departamento y se quede con los nenes un rato que tenía que salir a hacer algo urgente y que iba a volver rápido. No me preguntó qué era lo que tenía que hacer ni le comenté nada de la puta esta.
Me bañé, me cambié, llamé un taxi y me fui para lo de Carolina directo, sin avisarle nada. Cuando llegué, le toqué timbre y me abrió ella. ‘¿Qué hacés gato barato? Hay unas cositas que tenemos que hablar vos y yo. Me parece que la última vez que hablamos no fue suficiente para vos, ¿no? ¿Por qué sos tan yegua? ¿Todavía pensás que podés tener algo con Marcos o ya lo tenés? No me digas nada todavía. Vamos a esperar a que llegue él también que le quiero ver la cara y escuchar lo que me dice. Sí, le dije que venga para acá así se termina todo de una buena vez’. Y sonó el timbre.

Fue el sonido que indicaba el inicio del primer round de esta pelea que no sabía cómo iba a terminar. Pero yo ya tenía los guantes puestos y el protector bucal; estaba preparada para recibir la primera trompada.

PD: ¡MIL DISCULPAS POR TODO ESTE MES SIN NOVEDADES! Estuve a un millón y no pude siquiera contestarles los mensajes que me mandaron y que tan feliz me ponen. Gracias por el aguante y espero no tener que esperar otro mes para retomar la historia. Ahora, se me ocurrió una idea y quiero compartirla con ustedes y me den su opinión. Ya que estamos en esta era tan tecnológica me parece una buena idea hacerme un twitter y tener contacto con ustedes por esa red social también. ¿Qué les parece? ¿Se copan? ¿Tienen twitter? ¡Espero sus opiniones!

lunes, 2 de abril de 2012

Golpe bajo

Después de más de un mes ya cambiábamos pañales mejor que Maru Botana y los habíamos acostumbrado a que se duerman juntos así podíamos tener un poco de tranquilidad. Las noches se hicieron más románticas y pude pasar por la depiladora y hasta por la peluquería. Me sentía de nuevo mujer. Marcos lo notó instantáneamente y nos pusimos al día con todo. Con todo.

Al otro día de mi cambio de look y cuando él estaba trabajando (había retomado el trabajo porque realmente necesitábamos la plata; yo no estaba en condiciones todavía y en el trabajo me esperaban sin problemas, pero nos pusimos de acuerdo en que él tenía que volver) y yo ya le había dado de comer a mis soles, decidí hacer una limpieza profunda.

Después de dejar acomodada la heladera, reluciente la cocina y los baños, desinfectados y limpios de tierra tanto el living como el comedor, llegó el turno de la pieza. Acomodé ropa, pañales, cuna y aspiré la alfombra. Pasé un trapito al ropero y cuando fui a la mesita de luz de Marcos me encontré con una sorpresita. Había una carta y lo primero que se leía era 'Para Marcos' y tenía un beso estampado al lado. Ya me puse con los pelos de punta. Teníamos totalmente prohibido hurgar, revisar o chusmear las cosas del otro: teléfonos, casilla de mails, billeteras, carteras, etc. Pero yo solamente estaba limpiando y me encontré con esto. Y no podía pasarlo por alto, porque estaba escrito por una mina. Así que lo abrí y lo leí inmediatamente. La había mandado hacía más de un mes, al otro día del nacimiento de los nenes. Era cortita, pero contundente.

'Me enteré que ya fuiste papá, ¡felicitaciones!. Me alegró mucho saber que vos elegiste el nombre de la nena y que le pusiste mi segundo nombre. Yo también me acuerdo de vos todavía, un beso grande. Carolina'.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Instinto asesino

Abrí los ojos, la miré fijo y empecé a elegir cuáles dientes le iba a bajar. Me imaginaba cada uno de los anillos de mi mano derecha hinchándole las encías y haciéndola sangrar. Para no tener la otra mano desocupada, pensé en arrancarle cada uno de los pelos que tenía y que después me barriera el piso con la lengua. Como seguramente se iba a agachar, tenía la altura justa para que mi rodilla le diera en la boca del estómago y un codazo en la espalda que la tumbara en el piso. Una vez tirada, un par de patadas en las costillas serían el toque final que la terminaría de desarmar a la muy turra. ¿Cómo va a decir eso? ¿Estaba loca?
Pareciéndome un poco fuerte, y teniendo en cuenta mi estado físico que no me ayudaba para bancarme una pelea así, preferí simular simpatía.

'Jajajaja.. y no! Para eso ya estoy yo, que aparte puedo jugar con lo que hay adentro, ¿no?' - le dije.
'Si... tampoco se puede jugar mucho que digamos con eso, ¿no? jajajaja. No se puede saltar la soga, ni al elástico.. no sé si me explico' - remató.

Tenía que llegar un comentario así para que Marcos reaccionara. Típico: hay que tocar el tema del tamaño para que un hombre se sienta insultado y empiece a defenderse.

'Bueno, bueno, bueno.. hasta acá. Carolina te agradezco que hayas venido y te hayas preocupado pero ya está, no quiero seguir mezclando más las cosas para no generar malos entendidos. Está más que claro, pero por las dudas lo vuelvo a resaltar: yo estoy casado y esperando un hijo con ella; lo nuestro fue hace mucho tiempo y no va a volver a pasar nada nunca más. Me parece absolutamente desubicado de tu parte ciertos comentarios y te voy a pedir que te vayas. Muy lindo el cartelito, la charla, todo, pero se terminó. Ah, además no quiero que vuelvas a aparecer, ni me llames, ni mandes mensajes, nada por el estilo. Si volvés a tener un accidente, acordate de otra persona para que te rescate, yo para vos no existo más, ¿ok?' - y me dejó muda.

Se levantó, abrió la puerta y la echó.


Cuando cerró la puerta dijo: 'Bien que gritaba con este juguetito.'

miércoles, 16 de noviembre de 2011

¡Me van a enfermar, me van a enfermar!

Era el colmo. ¡No se rendía nunca la muy tontita! ¿Se pensaba que todavía tenía chances? ¿Qué la motivaba a seguir jodiendo a esta mina? ¿Será masoquista? O peor: ¿Marcos la ilusionará, se hará el galán o estará también con ella?

'¿¡CÓMO QUE QUIERE VENIR PARA ACÁ!? ¡Es pura provocación! Está buscando que la deje pelada. Pero me busca, me busca y me va a terminar encontrando. ¿Y acaso con motivo de qué piensa aparecer?' - gritaba, mientras pensaba que no tenía respiro ni a fin de año.
'No sé, me dijo eso nomás' - dijo, haciéndose el que no entendía nada. Con una mano sostenía el celular y con la otra, enyesada, se agarraba la cabeza como diciendo qué quilombo se me viene.

Me arreglé un poco; no quería dar más imagen de loca de la que ya tenía. El calor me tenía irritada y transpiraba como si estuviera abajo del sol y eso me ponía de peor humor. Sonó el timbre y le grité a Marcos: 'Dejamelá a mí, yo la atiendo'
Ustedes me dirán si no es ridícula. Apareció con un cartel bien bochornoso y escrito en neutro que decía: ¡Recupérate, compadre! repleto de sonrisitas y corazoncitos tapándose la cara y cuando escuchó que se abrió la puerta gritó ¡HOLA! con esa cara de boluda, mostrando todos los dientes y haciéndose la simpática, medio payasito, con un capri gastado y una remera verde que se le notaban todos las bolitas de tela de lo usada que estaba. Yo, al lado de ella y con un crío en las entrañas, era una lady. Me quedé boquiabierta, con el picaporte en la mano, y al segundo me empecé a reir. No puedo estar insegura con una mina así. Aparentemente venía con ánimos de amiguita, nada de calentar ninguna bragueta ni mostrar escotes veraniegos.
Cuando se dio cuenta que era yo, le cambió la cara y pidió perdón, avergonzadísima. Yo disfruté tanto su ridiculez que me sentía con ventajas ante la situación. Le dije de mala gana que pasara y le agarré el cartel ese de lástima. Ahora quería verle la cara a Marcos y ver qué decía, cómo la miraba y qué actitud tenía ante ella, si me iba a besar, demostrar que éramos una familia y le marcaba bien la diferencia, dejando en claro el papel que jugaba cada uno en esta historia.

El muy goma no decía nada, tartamudeaba, se acomodaba la ropa, típicas señales suyas cuando está nervioso, incómodo. Los dejé solos, para que charlaran y me fui a la cocina a escuchar todo atrás de la puerta. Obviamente dejé un espacio por donde chusmear lo que hacían. Me hice la divina y les traje té con galletitas y me senté al lado de él y lo abrazaba, me tocaba la panza, le hacía tocarme la panza, tiraba comentarios al estilo "mujer radiante" y hacía de cuenta que la vida me sonreía.
El motivo de la visita fue el susto que se llevó cuando en el hospital se enteró de lo del famoso Papá Noel accidentado y cuando leyó el historial, no lo podía creer.
'Decí que no fue nada, pero me agarró un miedo cuando ví tu nombre ahí Marqui, te juro no lo podía creer' (¿Marqui? ¡Hacete lavar el culo, pelotuda!) 'Así que apenas pude me vine para saber si necesitabas algo, después de todo lo que vos hiciste por mí, lo mínimo que puedo hacer es ofrecerte mi ayuda por si necesitás algo; eso sí, bajarte el cierre cuando quieras ir al baño no creo, porque no tengo drama, pero no creo que te dejen, jajajajajajaja.'



La mato, agarrenmé porque la mato.

martes, 1 de noviembre de 2011

Exploté

'Na, na, na. Esto es muy fuerte. Esta mina siempre aparece para armar quilombo. ¿Y ahora qué quiere? Qué raro que aparece siempre después que se solucionaron los problemas. ¿No le quedó claro lo que le dije la otra vez? ¿Está buscando que la cague a trompadas? Yo no tengo drama y ganas no me faltan. Se la tengo jurada a ese gato. Sigue y sigue y sigue jodiendo con vos. Me va a agarrar cruzada un día y le voy a dar vuelta la cara de un tortazo. ¿No se cansa de romper las bolas? ¿Todavía se piensa que tiene alguna chanche con vos? ¿O pasó algo que a ella le pueda llegar a dar a pensar que todavía puede pasar algo? ¿No habrás hecho nada vos, manquito no? Porque si algo me falta es que después de todo, termines con ella. Yo estoy re podrida, no puedo seguir bancándome a esta minita que te ande por atrás. ¿No fui clara? ¿Eh? Decime porque sino parece que yo estoy loca. Bastante paciencia le tuve la otra vez con eso del accidente y me tuve que aguantar que te hagas el Súperman yendo a rescatar gente. ¿Es o se hace? ¿Cuántas veces le voy a tener que aclarar las cosas? Mirá, mirá lo que tenemos vos y yo; en 2 meses sale. Más claro que ésto me parece que no hay. Encima la muy cagona manda mensajitos, se la da de moderna ahí. Yo le voy a dar así queda moderna. Le voy a decir que se usan los chichones y los moretones en los ojos. ¡Claaaaro, loco! Que pare un poco. Me está colmando la paciencia, me está colmando la paciencia. A ver.. ¿qué quiere? ¿Qué te dice? ¿Chocó otra vez la boluda? Y si, no me sorprendería. Porque qué se puede esperar de ella si no..'

Marcos lee el mensaje y me interrumpe:

'Está viniendo para acá..'

sábado, 22 de octubre de 2011

Mal atendida atiende a Papá Noel

El corazón me latía a mil por hora. El susto que tenía era increíble, sin embargo me tranquilizó en cierta medida el tono jocoso del médico. Supuse que si iba a dar una mala noticia, no lo haría con ese tono, ¿no?.
'Señora, está todo bien, quédese tranquila. Estamos muy acostumbrados a que pasen estas cosas. Lo que nos resultó muy gracioso fue el particular traje de Papá Noel, eso sí que no lo habíamos visto nunca, jajajaja. (¿'jajajaja'? ¿me está jodiendo este tipo?) Tuvimos que curarle las heridas y limpiamos las cicatrices que le quedaron, fue un estruendo fuerte, pero no trajo consecuencias mayores. Únicamente les vamos a pedir que lo dejen descansar, ahora está durmiendo y va a tener la mano engasada por unos días y, obviamente, no la va a poder usar. Pueden quedarse esta noche acá y mañana tempranito, Papá Noel podrá irse a seguir repartiendo los regalitos, jajajaja.'

El médico estaba chocho, no paraba de meter chistes y yo lo quería mandar a la mierda. No sé si lo hizo para descontracturar un poco o porque había tenido un brindis a las 12, pero no me cayó para nada bien.
Mi viejo lo tenía a Marcos entre ceja y ceja; yo lo desperté a Joaquín y le dije que se quedara acompañándome y que mi viejo se vaya a descansar.

Pasé la noche en el hospital, me acosté un ratito en la cama de al lado. La imagen de Marcos era patética: dormido, con la boca abierta y largando saliva, vestido de Papá Noel y con una mano blanca entre sus zonas..pudendas. Cuando Joaquín entró se escuchó un 'AH BUE' y no pude hacer otra cosa más que reirme.

La verdad que descansar no pude, pero al otro día a eso de las 10 de la mañana yo ya estaba en mi casa, con el tarado de mi marido sentado a la mesa y preparándole el desayuno.
Sonó su celular, y cuando pasa eso nunca se pueden esperar buenas noticias.


'Un mensaje nuevo de: ....Carolina.'

miércoles, 20 de abril de 2011

NN masculino

No sé si habré sonado muy sacada, o realista, pero por unos días Carolina no molestó más. Era tanta la paz de los días siguientes que ya hasta nos parecía extraño.

Sin embargo, a las dos semanas empecé a recibir unos anónimos a la oficina, a mi casa, al celu.. Al principio eran tranquilos, yo supuse que era para otra persona y no le dí bolilla. Pero cada vez eran más y más. Y tuve miedo, no voy a negarlo.

'Princesita, me enteré de la noticia, ¡felicitaciones!' fue el primero. 10 y media de la mañana y que vengan con una cartita así y las flores, me sorprendió. Marcos no podía ser, era ilógico. Mi viejo ya lo sabía así que a él también había que descartarlo. Sin dudas se trataba de un NN masculino, por el princesita. ¿Quién podía ser? ¿Algún tío? ¿Un vecino? Mis compañeros de trabajo ya sabían todos y no creo que ninguno se ponga a gastar en flores. ¿Un admirador secreto? Yo ya me sentía una diosa, pensando que alguien moría por mí a pesar de mis kilos de más y mi estilo que cada vez lo iba dejando atrás para pasar a lo cómodo. Como toda mujer, me puse a examinar palabra por palabra, mensajes ocultos, caligrafía, gramática, ortografía, todo. Estaba super intrigada. Descarté al instante lo del admirador, porque supuse que no iba a querer una amante embarazada.

Después de un rato volví a lo mío, dejé la carta a un lado y me consolé pensando que se había equivocado el pibe de los mandados y seguí. Pero al otro día me llega un mensaje diciendo: '¿Y? ¿Te gustaron las flores? ¡En unos días voy para allá!'.
Ahí me empecé a preocupar. Que sepa donde trabajo y mi número de teléfono ya era demasiado. A Marcos no le quise contar nada, para denuncia me parecía mucho. Laura no me tiraba una idea coherente y ella misma se enganchó con la historia del misterioso NN masculino.

El día que por abajo de la puerta me llegó la carta que decía: 'Te vas a sorprender: mañana a las 4 voy a tu casa. Esperame eh' con la fecha del día anterior me resigné del suspenso-intriga-miedo y le conté todo a Marcos. Eran las 2 de la tarde. Mi NN masculino estaba por llegar en dos horas.

sábado, 9 de abril de 2011

Me casé con una barrabrava patotera

Era el colmo. ¿Después que te salvó seguís jodiendo? - pensé. Esta mina es turra buscona, seguro que se pensó cualquiera y ahora le va a romper las pelotas todos los días.. Já! Pobrecita, ¿se piensa que no voy a reaccionar? Que no me subestime porque estar embarazada no me ata de manos, así que si le tengo que sacar algunos pelos no voy a tener drama.

Marcos me miró, tenso, como pidiendo disculpas de antemano. Yo lo miré y con la mirada le dije todo. Atendió igual, con miedo a que le tire un plato por la cabeza.
'No, está bien' (...) 'Tranquila, de nada' (...) 'Si, si' (...) 'No, claro' (...) 'Está bien, bueno, dale, ARREGLAMOS, chau, chau..'

Parada, de brazos cruzados y golpeando la chancleta con el piso. Él, teléfono en mano, cara de nada, nervioso.
'¿ARREGLAMOS le dijiste? ¿Arreglamos?'
'No sabés, está re pesada, no paró de agradecerme, dice que le salvé la vida, qué sé yo, me cree Superman, ni idea.'
'Sisi, Batman, pero no me respondés lo de arreglamos..'
'Ah, eso. Nada, dice que me quiere invitar un café para agradecerme, pero no le voy a dar ni bola, que se quede sentada esperando, je, em.. mhmm.. je.'

Sin pensarlo agarré el celular y la llamé:
'Escuchame boluda, si querés agradecerle, dejate de romper las pelotas y no llamés más, ok? Porque él te ayudó pero nada más, está conmigo, si? No pienses cualquiera, pedazo de trolita. Porque si no te acordás, nos casamos, estamos viviendo juntos y aparte, así como un detalle nomás, estoy embarazada. Así que más vale que no aparezcas más porque la próxima no va a haber una llamada. No te olvides que sé dónde te puedo encontrar. ¡Chau!'

Marcos se quedó con la boca abierta y los ojos abiertos: 'Bueeeeeeena. No te tenía así eh. Mirá, me casé con una barrabrava patotera'.

jueves, 24 de marzo de 2011

Náuseas, vómitos, mareos y dolores de cabeza

Para terminar de sacarle a la doctorcita de la cabeza, cuando llegamos a casa, le hice un gestito cómplice y nos fuimos directo a la cama. En ese momento me empezó a doler la panza, tenía mareos y sentía el estómago revuelto. Pero pensé en seguir adelante con mi plan.

Estando encima de él, en medio del acto, no aguantaba más. No lo estaba disfrutando, estaba desconcentrada, como en otra. La cabeza me daba vueltas, me subían y bajaban cosas por dentro y, casi sintiendo que iba a explotar como un volcán la cena de esa misma noche, salí corriendo tapándome la boca con la mano.
Llegué con lo justo al inodoro y lancé todo. Marcos me gritaba desde la cama si estaba bien, si necesitaba algo, qué qué podía hacer él. Y yo seguía con el volcán interior que parecía no parar.
Medio renegando, y cansado, se levantó, se puso el calzoncillo y me fue a buscar un vaso de agua y me tranquilizó con caricias, diciéndome que me calme, que todo estaba bien. Sin preocuparme, sabiendo que los primeros meses eran los peores y que estas situaciones se iban a repetir bastante seguido, le agarré la mano, sin decir nada, esperando a que pase.

A los minutos, estaba sentada en medio del baño, con los pelos revueltos, cansada, me lloraban los ojos de hacer fuerza y tenía un sabor espantoso en la boca. Desnuda, abatida, me paré, empecé a sentirme un poco mejor, me miré al espejo y me empecé a reir. La escena dejaba mucho que desear. A partir de este momento si buscaba la seducción, no se me iba a borrar nunca la imagen en el espejo. Nunca había estado peor.

Me sequé la baba, me lavé los dientes, me arreglé un poco y me vestí. Lo que antes había sido el intento de un encuentro sexual, ahora se había transformado en una pieza de enfermo. El tecito en la mesa de luz, la frazada por el frío, la almohada para estar mejor y el silencio absoluto para no molestar. No quise tomar ninguna pastilla, aspirina o algo que se le parezca, por las dudas. Más aún en los primeros meses. Si las cuentas no me fallaban, estaba entrando a la séptima semana de embarazo. Tenía que tener fuerzas, ya que, según me habían dicho, en mes, mes y medio iba a empezar a poder disfrutar, por fin, de todo lo que me estaba pasando. Las náuseas y demás síntomas quedarían en el recuerdo como anécdotas divertidas.

El santo de mi marido, que se quedó caliente, decidió dormir en el sofá para no molestarme y que tenga todo el espacio en la cama que necesitara. Pasó frío, estuvo incómodo y no durmió bien.
Al otro día me sentía un poco mejor, pero todavía quedaban muestras de la noche que había pasado. Estábamos en el auge del otoño y Marcos se resfrió. Ahora los dos necesitábamos más mimos que nunca.

A eso de las 5 de la tarde, cuando los dos volvimos de trabajar, volvió a sonar el teléfono de Marcos anunciando una llamada de Carolina. Y ahora, ¿qué quería?

lunes, 14 de marzo de 2011

Marido al rescate.. de su ex

Esa noche estaba medio fresco, así que agarré una camperita y me la puse sobre los hombros. A Marcos lo noté tranquilo, como si tuviera que hacer un trámite. Yo me comía las uñas de la ansiedad, quería ver qué fue lo tan trágico que la llevó a la yegua a llamarlo a él y sólo a él en medio de la noche por un choque con el auto. ¿Tan grave podía ser?.

Durante el camino preferí no hacer preguntas y me limité sólamente a escuchar las canciones de la radio. De todas formas lo miré de reojo varias veces para verle la cara. Pero seguía igual, ni preocupado, ni contento, ni exaltado ni conmovido. Estaba igual que siempre, tenía cara de foto de documento. Hasta llegó a canturrear algunas estrofas de las canciones.

Cuando llegamos ya se habían acumulado un par de espectadores y yo, ante la impresión, preferí quedarme en el auto. Por lo que llegaba a ver, había chocado contra un árbol, le había saltado el air-bag y se trabaron las puertas. Entre la gente no salió ningún hombre con la medalla de héroe a salvar a la pobre (¿pobre?) mujer atrapada y Marcos, sin pensarlo, agarró un ladrillo o un pedazo de vereda que encontró, rompió el vidrio y la sacó como se sale en las películas, en plena explosión, con el machote agarrándote tipo sillita y vos shockeada, con cara de espanto, pero con el pelo divino y sin una manchita en la cara o el rimel corrido.

Dado que ya 'había pasado lo peor' decidí bajarme y poner un poco de orden. Después de todo, ese hombre tiene dueña y esa era yo. La saludé cordialmente y le hice las típicas preguntas tontas que se hacen en ese tipo de situaciones. '¿Estás bien? ¿Necesitás algo? ¿Qué pasó?' Ante todo la educación.
Pero parece que la boluda venía hablando por celular y maquillándose un poco (¿a esa hora? Al final yo tenía razón, iba por un chongo) y las dos neuronas no se le pusieron de acuerdo y perdió el control del auto y fue a parar contra semejante tronco. Le saltó la bolsa de aire y se trabaron las puertas. En ese momento no quiso asustar a los padres y pensó que sus compañeros de trabajo o los mismos amigos podrían estar con sus respectivas familias, descansando o cenando. El que quedó en la lista de llamados en caso de emergencias parece que fue Marcos y ahí cayó él para seguir sumando puntitos y estrellitas doradas en el buzo de policía y soldado de la nación, recibido con los mejores honores.

Al ratito nos tuvimos que despedir, ya se había solucionado todo, pero la bronca en el medio de la garganta la tenía que descargar. Así que le dije 'Tené más cuidado la próxima, eh. Que mi marido no va a estar siempre y es preferible llegar sin maquillaje pero con la cara sana. Fijate que te acaba de salir un grano en el medio de la frente y te cortaste con un vidriecito el cachete. Una pena, divina.'
Marcos me fulminó con la mirada, pero yo le sonreí y le di un beso. También de película.

martes, 1 de marzo de 2011

El martes es un día de trampa

'¿Qué quiere la estúpida esa? Gato barato'
'¿Eh? ¿De qué hablás? ¡Dame el celu que me están llamando!'
'Es Carolina, ¿vas a atender igual?'
'¿Carolina? ¿Que querrá? Por ahí le pasó algo..'
'¿Por ahí le pasó algo? A las 11 y media de la noche de un martes te llama porque "le pasa algo" ¿Qué le puede pasar? ¿Se le cayó el chongo de turno y ahora prueba con vos?'

A todo esto el teléfono seguía sonando. Era una guerra planteada. O ella o yo. Yo lo veía así. Si atendía, la elegía a ella y no pensaba en que me podía molestar, en lo que se me pasaba por la cabeza o cómo lo veía yo. ¿Acaso él no se daba cuenta que era una batalla? ¿Cómo no conocer la eterna batalla ex-actual? No hay tregüas ni 'por ahí le pasó algo'. Todos tenemos a alguien que nos acompañe cuando necesitamos ayuda, antes que un ex. Por más fuerte que haya sido la relación, vas a acudir antes a un familiar, amigo, compañero de trabajo o vecino. Si llamás a un ex puede ser por dos motivos: o querés seducirlo y que pase algo o joder a la actual, que encima está embarazada. Es así. Pero él parecía no saberlo. Es tan inocente o se hace el boludo y le sale bien. Pero a mi ese jueguito no me va.

Todo esto se me pasaba por la cabeza. Él atendió igual. Pero parece que tenía razón. La doctorcita había chocado con el auto y no podía salir, estaba atrapada. Si bien las cosas con Carolina no terminaron del todo bien, tampoco terminaron mal. Marcos es un buen tipo y es capaz de separar las cosas. Yo sé que él está enamorado de mí, le creo cuando dice que soy la mujer de su vida y confío que quiere estar conmigo para siempre. Pero así, embarazada, hinchada, gorda, despeinada y con menos ánimo que una anciana, cualquiera era mejor que yo. Y ella no era cualquiera. Tenía el plus de ser la ex (¿donde hubo fuego, cenizas quedan?) y aparte estaba buena, lo tengo que admitir. Era un minón, pero también una yegua.

No me iba a quedar atrás y, con la excusa de "por ahí necesitan ayuda" me subí al auto con Marcos. Salimos para allá.
Yendo para allá pensaba.. ¿Estoy apunto de ayudar a la ex de mi marido?

miércoles, 2 de febrero de 2011

Prohibido llamar a un ex

'Jajajajaja, ¿si? No me digas. ¿No te preguntaste si a mi me iba a gustar o no?' - le pregunté.
'Es una decisión tomada.' - casi caprichoso.
'Mirá Marcos, me parece que es un tema muy importante y que lo tendríamos que decidir entre los dos. No pasa por capricho de cada uno. Me parece buenísimo que quieras seguir una especie de tradición, pero a mi el nombre para el nene no me gusta. Para un hombre como tu viejo me parece correcto, pero a estas alturas del siglo ese nombre no da.'
'Pero gorda, sería una re sorpresa para mi viejo, ¿te imaginás la cara cuando se lo digamos? Después cuando jueguen al fútbol, en un parque o le enseñe a pescar o cosas así, típicas de abuelo..'
'Sisisi, todo bien - me empezaba a calentar - pero a mi no me gusta y me parece horrible para un nene chiquito. Aparte, ¿qué sabés si es varón?'
'¡Pero si vos lo dejaste re claro que querías un varón!'
'Bueno, pero hay que ver.. no sé, en una de esas la naturaleza nos da una sorpresa.'

Quedó ahí. No volvimos a tocar el tema para evitar una nueva discusión. Fuimos a ver vidrieras de ropa para bebés, pensando por ahora sólamente en el color blanco para no cometer errores. Pensamos en pintar una piecita y remodelarla para el bebé. Soñamos con autitos, pelotas y un nene trepado a un árbol; pero también en muñecas, cocinitas, maquillajes y una casa repleta de color rosa. Pensamos en chupetes, mamaderas, andadores y pañales. Organizamos futuras vacaciones familiares, armamos un plan económico para sobrevivir y rogamos que los abuelos nos ayuden ante cualquier dificultad. Nos abrazamos, estuvimos mirando mi panza por un buen rato y me mimó con cositas ricas. A la noche cocinó él y cuando estábamos juntando los platos le suena el celular. Como yo estaba cerca, lo agarré, lo miré y se lo pasé. Antes que lo agarre, lo miré de nuevo porque me pareció ver algo que no estaba bien. En la pantallita del celular decía: Llamando.. Carolina.

sábado, 14 de agosto de 2010

Fiebre de sexo por la noche

'¡¿Qué!? ¿Qué pasó? ¿Qué ex?' - no entendía nada Laura.
'Esa tal Caro a la que me mandaste es la ex de Marcos' - le grité con el teléfono en la mano y Marcos se reía.
'¿Cómo que la ex? No te la puedo creer amiga. Mil perdón. No tenía ni idea' - me dijo sorprendida.
Le creí, pero el mal momento que me había hecho pasar no se lo iba a perdonar tan fácil.
'Eso espero. Mirá, ahora estás en deuda conmigo queridita eh, así que mañana te vas a levantar temprano y me vas a acompañar a la clínica a sacarme sangre y a buscar un médico como la gente, ¿estamos?' - ya se me escapó la risa. 'No sabés la que te tengo que contar'.

Marcos y yo estábamos abatidos después del día que tuvimos. Estábamos los dos limpitos, bañaditos y calentitos.

'No sabía que estabas tan bueno cambiando una goma, ¿sabés?' - le dije con el pijamita sexy y comiendo una rodaja de tomate.
'¿Ah no? Y bueno, tenés a un machoman al lado tuyo bombón, ¿qué más esperás?' - y se sacó la remera y mostró unos musculitos que no se querían asomar.
Y me tenté.
'Jajajaja, necesitás un gym rápido'.
Vino corriendo y me agarró de las piernas y me subió al hombro. Yo pataleé hasta el cuarto. Me tiró a la cama y esa noche tuvimos lo que nosotros llamamos sexo salvaje. No faltó nada y todavía tuvimos energía para un par de orgasmos.

La noche terminó bien, con una buena dosis de sexo y con la idea de estar uniendo nuestras vidas para siempre.

'Marcos, ¿qué nombre te gustaría que tuviera nuestro hijo?'. Pero él ya estaba dormido. Lo besé en silencio y me dormí sobre su pecho. Después de todo, necesitábamos terminar de esa forma un día como el que tuvimos.

sábado, 7 de agosto de 2010

La explicación

Me quedé dura. En el fondo me lo estaba esperando, pero no tan rápido.

'Contame todo' - le dije medio amenazante.
'Está bien' - y se sentó. 'Fue un amor de secundaria. Bah, "amor". Estuvimos cerca de dos meses, la conocí antes que a vos, obvio, pero la mina está medio chapita, ¿entendés? ¿No la notaste medio rara? Como obsesiva, compulsiva, manipuladora. Cuando me dí cuenta de todo, los chicos me abrieron un poco los ojos, largué todo y al tiempo te conocí a vos. Pero Carolina es de esas medio resentidas y despechadas, de las que tienen una foto de cada uno para acordarse bien de lo que pasó. Muy memoriosa. Me acuerdo que una vez me salió con algo de mes y medio atrás, detalle por detalle y me quedé mudo yo. No fue nada, hasta cogía mal. Después te conocí a vos y me dí cuenta de quién vale en verdad. Obvio que antes de Caro y después de Caro (y antes que vos) vinieron otras. No me vas a hacer contar de cada una, ¿o sí?'.
'No, obvio. Pero yo estoy con el hormonazo y que aparezca una ex tuya después de todo lo que nos pasó hoy y en la primer consulta, hay que tener culo, ¿no te parece?. ¡Contame más detalles de esa turra! ¡Se te re insinuó!' - no hay con qué darnos a las mujeres a la hora de criticar exs.

Y así estuvimos, calentito los 2 en casa, hablando de todo.

Cuando me acordé la llamé a Laura.

'Forra hija de puta, ¡mirá si me vas a mandar a lo de la ex!' - ni hola ni cómo andás.

sábado, 31 de julio de 2010

El desastre (VII)

Me lo dijo de una, de frente, sin vueltas, cortito y al pie.

'Es mi ex'