domingo, 27 de mayo de 2012

Piró Carolina.

'Ah justo. Dejá, yo le abro. Vos sentate ahí y andá pensando bien qué me vas a decir'. Cuando abrí la puerta y me vio Marcos se le transformó la cara. 'Pasá, querido, pasá. Y vos también andá pensando qué excusa meter'. 'Pará gorda, no entiendo nada, ¿qué pasó? Me hacés salir del trabajo, me decís que venga para acá, te encuentro así, alterada. ¿Y los nenes? ¿Dónde están los nenes?'
'¿Ahora te preocupás por los nenes? Mirá, están en casa, le dije a mamá que los cuidara un rato, que tenía que salir. Ahora decime, ¿cómo es el segundo nombre de esta perra?' - le dije señalando a la otra boluda que no sabía qué hacer ni qué decir y estaba sentada en el sillón, nerviosa y tensa.
'¿Eh? ¡Qué sé yo cómo es el segundo nombre de ella! Es más, me parece que ni tiene'. Me dejó muda, esa respuesta no era la que yo me esperaba. Pero mantuve firmeza y le pregunté a la otra. '¿Tenés segundo nombre, vos?'
Miraba para todos lados, tenía los ojos llorosos y no sabía qué decir. Era bastante yegua pero cuando tenía que tener ovarios se escondía como una nena atrás de la mamá. 'N..nn..no,no,no, no tengo segundo nombre.'

Ahora sí que estaba perdida. No sabía para qué lado disparar. Me senté porque no entendía nada. Marcos dejó sus cosas en una silla y me trajo un vaso de agua. 'Mi amor, ¿qué te pasa? ¿Por qué estamos acá? ¿Te sentís bien? Explicame porque no entiendo nada..' 
'Pará..pará. Fue así: yo estaba limpiando la casa, ordenando un poco y ¿viste que siempre dijimos de no chusmear las cosas del otro? Bueno, no lo hice, pero, osea, estaba limpiando y abrí tu mesita de luz para acomodar un poco y encontré una carta con un beso que decía que se había enterado del nacimiento de los nenes y que se alegraba de que a Sol le hayas puesto así porque era el segundo nombre de ella - dije señalando - y lo firmaba Carolina'.
'Ahhhh, ahora entiendo. Pero ¿qué hacías vos entre mis cosas? ¿Qué habíamos acordado? Igual tenés que saber que esa carta sí me la mandó ella pero que no le dí ni bolilla porque me había enterado de que había tenido unos problemitas psicológicos, se estaba haciendo tratar y estaba medicada, ¿no es verdad Carolina? Creo que nunca pudo aceptar que yo haya rehecho mi vida, me haya casado y haya formado una familia. Sigue pensando que estoy enamorado de ella o que tiene alguna oportunidad de recuperarme o que cada cosa que hago, lo hago por ella, como el nombre de Solcito. Pero ella misma te dijo que no tiene segundo nombre, ¿no ves que está re loca?'
No sabía qué decir. Me quedé pálida y callada, con los ojos abiertos y sin pestañear. Lo único que me salió hacer fue mirarla a ella a ver qué decía al respecto. Y estaba llorando. Lloraba tapándose con las manos, y se hamacaba en la silla. Pedía perdón todo el tiempo y se tiraba de los pelos.
Con Marcos saltamos de las sillas y la agarramos, la tranquilizamos y le dijimos que la cortara, que se iba a lastimar y que se quede quieta, que la entendíamos. Le pedí perdón por la situación y que nunca pensé que tenía esos problemas, sino que los hacía de yegua que era nomás. También le pedí perdón a Marcos y le dije que la teníamos que ayudar, que no podía seguir así, algún remedio le teníamos que encontrar. Le reproché por no habérmelo dicho antes y cómo no me había contado nada. Me dijo que no pensó que era tan grave y no cayó en la cuenta de que estaba sola, vivía sola y no contaba con el apoyo de su familia, ya que ella no era de ahí y se las había jugado todas por su sueño de ser médica. Tampoco entendía por qué la había guardado en la mesita de luz, pero que eso no venía al caso y que ahora la teníamos que ayudar, que qué podíamos hacer.


Ahora resultaba que estaba ayudando a la mina que me había jodido tanto. Resulta que mi marido es un pan de Dios, pero medio boludo por haber dejado que pasen tantas cosas. ¿Iba a ser un acompañante terapéutica de la ex de mi marido?




P/D: Al final ganó la tecnología y me hice la cuenta de twitter. Es @malatendidablog y la voy a usar para contarles algún chismecito diario, avisar cuándo voy a escribir una nueva entrada y charlar con ustedes un poco más. Al que guste, ya me puede seguir y obviamente yo los voy a seguir a ustedes. Así que dejenmé sus cuentas que los sigo y nos chusmeamos un poco.
Muchas gracias por el aguante y espero que esto siga por tiempo indeterminado. Son mis amigos virtuales y me da felicidad haberlos encontrado. Muchos besos para todos, los quiero.

sábado, 5 de mayo de 2012

Tres son multitud.


Me quedé corta con la cantidad de puteadas que le lancé. Estallaba en bronca, la quería matar. ¿Por qué seguía jodiéndonos? ¿Qué buscaba? ¿No le habían quedado claras las cosas ya? Una desubicada emocional esta mina; ¿justo al otro día del nacimiento iba a mandar eso? Aparte Marcos nunca me había hablado de esta carta. Y además, ¿por qué la había guardado? ¿Se seguían viendo o escribiendo? ¿No la había frenado a seguir actuando así? ¿Me estaría cagando con esta hija de puta?
Tenía un montón de preguntas, pero nadie me las podía contestar. Salvo ella y él. Me daba asco pensar que se podían seguir viendo o manteniendo el contacto, o, peor aún, que me cague con ella. Tenía que resolver todo esto ya, de una vez y eliminar el problema de raíz.
Lo llamé a Marcos y le dije: ‘En media hora te espero en lo de Carolina. Sí, en lo de Carolina, y en media hora, pedazo de forro’. Y le corté. Me volvió a llamar pero no le atendí. Le pedí a mamá que venga al departamento y se quede con los nenes un rato que tenía que salir a hacer algo urgente y que iba a volver rápido. No me preguntó qué era lo que tenía que hacer ni le comenté nada de la puta esta.
Me bañé, me cambié, llamé un taxi y me fui para lo de Carolina directo, sin avisarle nada. Cuando llegué, le toqué timbre y me abrió ella. ‘¿Qué hacés gato barato? Hay unas cositas que tenemos que hablar vos y yo. Me parece que la última vez que hablamos no fue suficiente para vos, ¿no? ¿Por qué sos tan yegua? ¿Todavía pensás que podés tener algo con Marcos o ya lo tenés? No me digas nada todavía. Vamos a esperar a que llegue él también que le quiero ver la cara y escuchar lo que me dice. Sí, le dije que venga para acá así se termina todo de una buena vez’. Y sonó el timbre.

Fue el sonido que indicaba el inicio del primer round de esta pelea que no sabía cómo iba a terminar. Pero yo ya tenía los guantes puestos y el protector bucal; estaba preparada para recibir la primera trompada.

PD: ¡MIL DISCULPAS POR TODO ESTE MES SIN NOVEDADES! Estuve a un millón y no pude siquiera contestarles los mensajes que me mandaron y que tan feliz me ponen. Gracias por el aguante y espero no tener que esperar otro mes para retomar la historia. Ahora, se me ocurrió una idea y quiero compartirla con ustedes y me den su opinión. Ya que estamos en esta era tan tecnológica me parece una buena idea hacerme un twitter y tener contacto con ustedes por esa red social también. ¿Qué les parece? ¿Se copan? ¿Tienen twitter? ¡Espero sus opiniones!