jueves, 7 de julio de 2011

Recuperando la calma

El miedo se había apoderado de mi embarazo. Para colmo, empezaba el frío y los días se acortaban. Tenía todo el tiempo para mi, y para mi bebé. Me hacía las ecografías y todos los análisis que me tenía que hacer, eso era una regla. Los resultados los esperaba ansiosa siempre, imaginandome tanto lo bueno, como lo malo. Fue una época en la cual me separé un poco de Marcos, quiso tomar distancia porque a él tampoco le estaba haciendo nada bien. De un día para el otro la felicidad se había transformado en desesperación y toda la alegría había sido reemplazada por el miedo. La distancia entre Marcos y yo se hizo notar en todos lados: convivencia, sexo, familias, cenas, reuniones, compras y todo lo referido a los 9 meses que pensábamos compartir enteros y felices, disfrutando de este regalo de la vida. Yo tenía miedo que ese regalo fuese una bomba que en cualquier momento iba a explotar. O, peor aún, que yo misma iba a hacer explotar.

Mis viejos y mis amigos ya no sabían qué más hacer. Había completado una biblioteca de libros maternales donde todos decían que 'era la mejor etapa', 'el momento más feliz de tu vida' y demás clichés que ya estaba cansada de escuchar y nunca sentirlo, vivirlo, poder compartirlo y decir: Si, es lo mejor.
Me recomendaron terapia, cursos, viajes, descansar, internarme, todo. Pero a nada le veía algo bueno, ni nada que me fuera a hacer bien. Ese hijo lo tenía que cuidar con uñas y dientes y pensaba que cualquier cosa le iba a hacer mal. Llegué al punto de no permitirle a Marcos que lo vea, que lo sienta, que me toque la panza y sienta las pataditas. La panza ya estaba enorme y quedaban sólamente 3 meses.

Afortunadamente, para la semana 25 y tal como una vez cambió todo de un día para otro, volvió a pasar. Me empecé a sentir mejor, más tranquila, más sana y segura. Dejé todos esos fantasmas encerrados y en el pasado y recapacité ante mi presente, lo que estaba viviendo y que, de una vez por toda, lo tenía que disfrutar. Me aboqué a la religión y sentí que era mi refugio, mi lugar donde encontrar la paz que no sentía hacía mucho tiempo. Las cosas con Marcos empezaron a estar bien nuevamente y retomé el contacto familiar y amigo que me hacía falta. Escuché consejos, salí a caminar, me tomé las cosas con calma y volví a sonreír. En ese tipo de situaciones es cuando realmente te das cuenta quiénes SIEMPRE van a estar al lado tuyo, a pesar de todo.

10 comentarios:

  1. Nena!Realmente sentí angustia al leer tus sensaciones durante esa etapa. Supongo que será normal que durante el embarazo haya miedo, aunque no creo (o al menos eso espero) que sea tan extremo. Gracias a Dios pudiste empezar a disfrutar a tiempo. Y no sólo eso, sino que te diste cuenta quienes, de manera incondicional, iban a estar ahí para vos.

    Espero la continuación!

    Besote!

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  2. Justo pensaba, "hace rato que no acutaliza" (Igual no debo de quejarme)

    Es varon? es de boca? Te duele la espalda?

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  3. Espero que todo ya hay mejorado :DD

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  4. me pone muy feliz que todo eso ya haya pasado y que hayas retomado todo ese contacto. Te esperamos con ansias :D

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  5. el embarazo es una montaña rusa emocional. Hay momentos en el que te sentís cabeza a bajo. Pero todo pasa. Y los libros maternales, quemalos en una bonita hoguera!!!!

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  6. Tranquila, a no hacerse tanto la cabeza y a disfrutar más.

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  7. No hay nada mejor que tomar el control de nuestros sentimientos y demostrar que todo puede estar mejor si así lo decidimos.
    En fin, como toda historia, todo tiene sus altibajos..... me alegra leer una entrada en la que todo termina bien!
    Espero que estés bien!
    Besos!

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  8. depresion pre parto? eso existe?

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  9. la verdad, el embarazo lejos de ser una etapa 100% feliz, es un creador de muchas dudas e inseguridades! me paso algo similar, mi embarazo hasta la semama casi 28 fue de terror!, en cuanto a emociones me refiero, por suerte en tema salud fue casi perfecto...
    Pero sabes? "la sensacion", fuera del dolor, los miedos y las dudas, es la que se siente la primera vez que le ves la carita a tu hijo: IMPAGABLE! mucha suerte, paciencia y salud las semanas que quedan!
    BESO

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