miércoles, 12 de mayo de 2010

Cancún es una fiesta

Como buen caballero respondió que sí, que ya salía y que por favor esperara un momentito. ¡Nos cortó el polvo! pensamos al mismo tiempo.

Me cambié más rápido que nunca y atiné a acomodarme un poco los pelos. Su cinturón volvió al lugar correspondiente y mi camisa volvió a abrocharse, tal como había estado antes de entrar.

Marcos pispeó un poco por el pasillo y no había nadie, así que salí primero yo y me reubiqué en el asiento, haciéndome la dormida. Al ratito llegó él y juntos nos pusimos a ver quién podía habernos delatado de tal forma. Creo que la vieja de anteojos grandes y cartera de su mamá nos dirigió una mirada de reojo cuando pasamos. Al final nos terminamos durmiendo.

Al otro día sentí un bullicio y me desperté. Estábamos llegando y era un día radiante. Lo desperté a Marcos que tenía baba en la remera y los pelos todavía revolucionados. Le dije que lo de esa noche se iba a terminar en el hotel, y me sonrió.

La llegada, la espera de las valijas y el nuevo papelerío fue otro momento estresante y no veía la hora de tirarme toda despatarrada en un colchón, sacarme toda la ropa, embadurnarme en crema para sol, ponerme la bikini, agarrar la cámara de fotos y los lentes y salir para la playa.

Cancún fue precioso, inolvidable y lleno de recuerdos. La playa espectacular, un paisaje soñado. El amanecer y el anochecer con tragos frutales, caminando con Marcos por la orilla es uno de los mejores momentos de nuestra luna de miel. Nuestro primer viaje como pareja nos afianzó muchísimo y eramos 2 adolescentes en su viaje de egresados. Salimos a bailar, conocimos gente nueva, extranjeros y cancunenses.
Y el hotel. La verdad que mi marido no miserió en nada y el hotel colmó mis expectativas. No hubo ninguna chica de servicio que nos haya interrumpido (o si la hubo no nos enteramos) y la atención fue de 10.

Después de las casi 2 semanas en el paraíso llegó el momento de volver a la rutina. Y el papelerío, y los apurones, y el trabajo, y la familia, y (...).
Nos costó adaptarnos, pero lo tuvimos que hacer.

Al mes siguiente me empezó a parecer un poco extraño una pequeñísima pero demasiado importante cosa.

No me venía.

9 comentarios:

  1. Baño de avión o de colectivo? :)
    Son un cubículo, más emocionante hacer ordinarieces en los asientos, creo.
    Beso!

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  2. Jajaj me hace acordar a uno de mis viajes recientes donde CASIIIIIIIIIIIII me levanto a una aeromoza, CASI.. pero no :(

    Son $10 la publicidad che...
    O que me acompañes en colectivo por lo menos. (de los que tiene WC claro)

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  3. Chat por acá, y buenoooo.
    Si no me equivoco estaba haciendo Guayaquil - Lima, un viaje de poco más de una hora, y había una aeromoza que estaba BÁRBARA, de unos 30 años (yo tengo 19) y le fui a hablar un rato, pero cuando le pedí que me muestre los baños por dentro había mucha gente, y no se pudo :(
    Ganas triples, por ser más grande, por estar en un avión, y por estar buena!

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  4. Detalle NO menor...

    Amor
    recién casados
    sexo desenfrenado
    playa
    noche
    alcohol
    y gente que no interrumpa los polvos...

    Combo explosivo.

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  5. Chan! te empezé a leer hace como una semana, igual no había comentado (creo). Un beso, te sigo :D

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  6. Enrealidad es porque lo saqué de una página en que ponés el texto que querés que ponga en letras raritas y te los haga así, y fijate que en la parte de arriba del navegador se ve bien XD.

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  7. jajaj, no me molesta, 14 tengo :D ella tmb.

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  8. Es mi fantasia pendiente, sexo en el avion que te lleva al destino de tu luna de miel... dentro de unos años vere si la puedo cumplir. Un beso.

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